corrientes de santidad
Desde el principio de la historia escrita, India ha honrado a sus ríos, tanto su belleza como la dicha que reportan. Siete de estos ríos fueron singularizados y reconocidos como diosas, no por su perfil hidrológico sino por las asociaciones sagradas y culturales que se les atribuye.
Ganga: Símbolo de pureza
El primero de la lista es la diosa Ganga (el río Ganges). Su lugar de origen en la cueva de hielo de Gaumukh (boca de vaca) en los Himalayas de Uttarakhand, debe ser el más inspirador de nuestro planeta por su cruda grandeza estética. Ni la mitología relativa al río puede equipararse al impacto sublime de su nacimiento físico. En su curso desde el sitio de peregrinación de Gangotri, se le conoce como río Bhagirathi. Es a partir de su confluencia con el río Alakananda en Devprayag, que recibe el nombre de Ganga. Río abajo en dirección a Haridwar, el Ganges surca las llanuras donde su curso hacia el mar se marca por la confluencia en Prayag, en Allahabad, Uttar Pradesh. Aquí el Yamuna se une al Ganges, y simbólicamente a la tercera diosa, Saraswati. Varanasi es asimismo agraciada por las aguas del Ganga Maharani. De los diversos brazos del Ganges que constituyen el delta del río, el Hooghly, que atraviesa Kolkata en Bengala Occidental, tiene el privilegio de albergar el lugar final de peregrinación en la pequeña isla de Ganga Sagar, donde la diosa, después de 2,525 km, se une a la Bahía de Bengala.

Yamuna: Belleza abundante
El origen de la segunda diosa Yamuna, la hermana menor de Ganga, está marcada por las ardientes fuentes termales de Yamnotri. Nace de las nieves del masivo Bander Poonch, cerca de la frontera de Uttarakhand con el estado de Himachal Pradesh. Al pasar cerca de Mussoorie en Uttarakhand, bajo las riberas del serpenteante río rige el edicto de Ashoka que ensalza las virtudes de la no violencia. La diosa abandona los Himalayas en Paonta Sahib, un sitio de peregrinación Sikh consagrado por ser lugar de residencia de Sikh Guru Gobind Singh. De sus aguas procede la etimología del nombre del estado de Haryana, en India, y su nombre significa vegetación deslumbrante. Una vez que se aproxima a Nueva Delhi, capital de India, la diosa es atosigada por obstáculos urbanos. Río abajo pasada la capital, sus aguas fluyen a través de los ghats de Mathura, en Uttar Pradesh, donde se juntan los devotos de Radha y Krishna. Se ensortija alrededor del perfil de ensueño del Taj Mahal, en Agra, Uttar Pradesh, y luego culebrea avanzando por terreno erosionado hasta el lugar donde confluye con el Chambal. Finalmente, antes del auspicioso encuentro de los ríos en Prayag, a 1,370 km de su fuente, las aguas azules del Betwa regeneran el Yamuna.

Godavari: Promesa de prosperidad
Godavari, la hermana mayor de Ganga, no es un río del Himalaya. Su flujo es estacional. En su lecho desagua la precipitación que desciende de las cumbres bajas del altiplano del Decán, las cuales reciben poca lluvia aparte del monzón. Su origen surge de la cima de las formaciones de la meseta negra de la cordillera norte de Sahyadri. Al pie de estas montañas está el templo de Trimbakeshwar, cerca de la ciudad de Nasik, en el estado de Maharashtra. El río fluye 1,465 km a través de casi todo el ancho de la península, desde Nasik en los Ghats Occidentales para cortar a través de los Ghats Orientales en dirección hacia Yanam, que anteriormente fue puesto de avanzada colonial de Puducherry, en Andhra Pradesh. La pequeña ciudad de Paithan en Maharashtra se enclava en una antigua ruta comercial y es célebre por saris de seda gruesa. Shirdi es otra pequeña ciudad cerca de Godavari que se ha convertido en sitio de peregrinación. Río abajo se encuentra la bien conservada gurudwara de Nander, donde Sikh Guru Gobind Singh abandonó este mundo. El curso del río en dirección sudeste tras dejar Maharashtra y entrar en el estado de Andhra Pradesh acrecienta su caudal con las aguas del río Manjra, procedente del sur, y de los ríos Pranhita e Indrawati de los distritos tribales del norte. La diosa toma un giro abrupto en el templo Bhadrachalam, en Andhra Pradesh, antes de surcar un pasaje a través de los Ghats Orientales. Luego desciende ensanchándose hacia el sur, camino de la ciudad agrícola de Rajahmundry, en el estado de Andhra Pradesh, señalando la entrada al fértil delta. Aquí, el templo Draksharama, comandando el Gautam Godavari entrega su bendición final antes de que la diosa desemboque a través de Yanam en la Bahía de Bengala.

Narmada: Belleza auspiciosa
Narmada, hija del dios Shiva, es para muchos la más bella. Su fuente está en Amarkantak, en medio de las frondosas montañas Maikala, al este de Madhya Pradesh. Luego pasa a través de territorio tribal denso de vegetación de bambú y rico en mineral de hierro. En el fuerte medieval de Mandla, en Madhya Pradesh, el río se ensancha. La antigua dinastía reinante de la región se enorgullece de haber sido la última en ceder al avance de los mogoles. Cerca de Jabalpur, en Madhya Pradesh, están las cascadas Dhuandar en una barranca marmórea de fábula. Se afirma que los muchos tonos de mármol son auspiciosos para labrar imágenes templarias. En el lecho del Narmada también se hallan enormes lingams basálticos. Se afirma que Jabalpur fue el lugar donde se inventó el snooker; parece ser que se jugó por primera vez aquí en tiempos coloniales. Omkareshwar es una isla escénica en la que se levanta el antiguo templo Jyotirlinga y, en contraste, al sitio de peregrinación le sigue corriente abajo los ghats de Maheshwar, paraje de baños principescos. Estos fueron construidos por la reina viuda Holkar, llamada Ahalya Bai, del reino Malwa de los Maratha, quien valientemente defendió la fe religiosa de su familia ante la imposición del fanatismo religioso. Prosiguiendo su curso, el río se embalsa para formar Sardar Sarovar, una represa cerca de Navagam, en Gujarat. Finalmente, llegado a la ciudad estuario de Bharuch, en Gujarat, desemboca en las aguas del Mar de Arabia.

Saraswati: Viva en el folclore
El río sagrado Saraswati es la diosa hindú del aprendizaje. De buen parecer, Saraswati sostiene el veena, antiguo instrumento de cuerda y aparece sentada sobre un cisne. En las escrituras antiguas, Saraswati fue un río ancho cuyas aguas irrigaban las tierras de lo que ahora es el desierto del Rajastán. El lecho antiguo se descubrió bajo las arenas en la década de los treinta, entre las ruinas de la civilización Harappa. Según las imágenes satelitales, todavía se puede identificar el curso del río seco y en el folclore hindú, el Saraswati continúa estando muy vivo. Recientemente, en Ad Badri, a los pies de las colinas Shivalik de Haryana, el manantial de un pequeño río, conocido como Sarsutti, se ha convertido en centro de peregrinación. Tanto Kurukshetra, en Haryana, como Pushkar, en Rajastán, tienen lagos que se vinculan a este antiguo río sagrado perdido y acogen enormes concentraciones de peregrinos en días auspiciosos para bañarse en sus aguas. Se asume que el Saraswati fluía por Rann de Kutch, en Gujarat y luego en el Mar de Arabia.

Indo: Alto y poderoso
El Indo dio su nombre a India – los extranjeros se referían a ella como la tierra que se halla “más allá del Indo”. También conocido como el río león, el Indo (o Sindhu) es el más largo del subcontinente, y fluye 3,200 km desde manantiales no ubicados del Tíbet, al norte del Monte Kailash. El caudal del río viene determinado por las estaciones –disminuye en invierno mientras que crece y anega sus riberas entre los meses de julio y septiembre. Este río poderoso delimita el extremo occidental de la gran cordillera de los Himalayas y la imponente altura del masivo Naga Parbat, en el abrupto giro del río para bordear la montaña, asombra a todos aquellos que lo presencien. Desde la frontera del Tíbet, fluye en dirección nordeste a través de Leh, pasando por el enorme y fascinante fuerte de barro de la ciudad. En Nyemo, el río Zanskar se une al Indo, y quizás sea ésta la confluencia más sublime de todo el Himalaya. Curso abajo, el río es adorado por los pescadores de la provincia paquistaní del Sind, donde el estrecho y pausado Indo alcanza el Mar de Arabia.
Kaveri: Custodia de la riqueza cultural
La diosa Kaveri puede tener el recorrido más corto (765 km) pero es la custodia del más resplandeciente tesoro de la riqueza cultural de India. Conocida como ‘Ganga del sur’, la diosa se representa de pie, llevando un sari de seda roja y sujetando un recipiente de cobre lleno de agua, con el que vierte sus bendiciones. Kaveri (o Cauvery) nace en las montañas de Coorg, en la región de los Ghats Occidentales de Karnataka, por encima del templo en Bhagamandalam. La fuente se conoce como Talakaveri y se construyó un pequeño tanque para recibir el sobreflujo del manantial sagrado. Desde las montañas boscosas de Coorg, el río fluye hacia los confines de Mysore, luego pasa Srirangapatnam, en Karnataka, donde Tipu Sultan tuvo su palacio. En los bancos del Kaveri en Talakad, cerca de Mysore, en Karnataka, se puede admirar un extraño espectáculo de templos medievales encenegados por la arena y el viento. El carácter más regio de la diosa destaca en las espectaculares cascadas de Shivanasamundra y de nuevo en las impresionantes cataratas de Hogenakkal, cerca de la frontera de Tamil Nadu. A medida que se aproxima a la región del delta, la diosa despliega un abanico de maravillas artísticas, arquitectónicas y musicales. El fuerte de Trichy, la interpretación de canciones devocionales Tyagaraj en Thiruvaiyaru, en el distrito de Thanjavur, en Tamil Nadu, el amplísimo asentamiento templario y divino de Sriramgam, las exquisitas y apuestas imágenes de bronce de las figuras Cholan y los esbeltos templos de Thanjavur son algunos de los tesoros que ofrece la región del delta. El Kaveri, con su curso canalizado, desemboca en la Bahía de Bengala cerca de la costa de Poompahar, en Tamil Nadu, conocida por los comerciantes romanos como Kaveri Emporium.